"Los hallazgos de cuero encontrados en la Nave Romana cuentan una historia jamás contada, por los resultados extraordinarios que, de ser confirmados, arrojarían una nueva luz sobre el accidente".
Con estas palabras Alberto Angela ha abierto una nueva grieta en la historia. Junto a las dos pistas de investigación oficiales sobre el misterioso naufragio de la nave mercantil – salida a la luz en el 1980 durante los trabajos de excavación de un canal colector en Valle Ponti – según los cuales una borrasca en mar abierto o una violenta marejada mientras estaba atracada en el puerto habría llevado la embarcación a la deriva, ahora también se hace eco la hipótesis de que una inundación repentina en el río habría arrastrado la nave hasta hundirla en nuestra costa, tal vez entre los juncos del pantano, sin que nadie la pudiera ver.
« Una enciclopedia entera sepultada durante milenios en un perfecto estado de conservación», con su valiosa carga, como si fuese estada abandonada por el equipo por casualidad, probablemente no estaba destinada a las prósperas rutas mercantiles de la zona, sino a transportar víveres a los legionarios romanos a uno de los teatros de conquista romana de Europa.
Entre las piezas de cuero se ha encontrado una "sarcina", una bosa típica del vestuario de los legionarios. Las tachuelas de caliga revelan la presencia de sandalias pesadas, llevadas por los legionarios. Se ha encontrado también una sandalia femenina, que desvela la presencia de una mujer a bordo. Los restos de un gladio encontrado y su empuñadura con guardamanos decorada finamente con osos y leones, así como una vaina con un puñal estrecho y fino (stiletto) generan nuevas preguntas a cerca de la presencia de un oficial a bordo. « Los legionarios no podían casarse antes del permiso – ha explicado Alberto Angela – pero los oficiales si. ¿Estaría tal vez el oficial a bordo con la familia?».
En estos interrogantes se deberán concentrar los estudiosos, porque «si esta hipótesis se confirma, daría una nueva luz, una foto precisa de nuestro pasado de hace dos mil años», ha concluido el estudioso y divulgador científico.
Katia Romagnoli (La Nuova Ferrara - 20 julio 2013)
