Biagio Rossetti
Arquitecto
Durante mucho tiempo olvidado por los historiadores del arte, su revaloración ha comenzado en los años 60 del siglo XX gracias a Bruno Zevi y a su escuela de arquitectura, que lo consideraron como uno de los más brillantes arquitectos del Renacimiento y el primer urbanista del mundo en sentido moderno. Aún está a la espera de una profundización del estudio de su personalidad y de su obra, pero aún son un hallazgo la genialidad de sus ideas y la enorme contribución que dió al aspecto por el cual Ferrara aún es muy reconocida. En el 1492 comenzó su obra más titánica: la proyección de nuevos barrios al norte de la muralla, con los cuales la ciudad doblaba la propia superficie. Por petición del Duque Ercole I, aquella parte de la ciudad se llamó Addizione Erculea. Rossetti planificó los nuevos barrios los nuevos barrios injertándolos en los medievales, siempre teniendo en cuenta aquellos preexistentes, desde la nueva muralla hasta el entramado de las calles, a algunos edificios importantes tanto civiles como eclesiásticos. Dirigió la obra durante más de diez años, trabajando en una estrecha colaboración con el duque, del que se convirtió en amigo. No faltaron sus intervenciones en la ciudad antigua. En conjunto dió a Ferrara un aspecto unido que la convirtió, según la definición de Burkhard, como la primera ciudad moderna de Europa.
Tras la muerte de Ercole I, en 1505, pasó al servicio del cardenal Ippolito I d'Este, pero continuó trabajando en las murallas y conservó el cargo de comisario de los diques. Trabajó también en algunas villas nobles perteneciente al condado.