Pórtico de los Capuchinos
Dejando a las espaldas la Catedral y recorriendo Via Mazzini, uno se topa con el sugestivo Pórtico de los Capuchinos: una secuencia de 142 arcos sostenidos por otras tantas columnas de mármol. Se edificó por deseo del cardenal Stefano Donghi en 1647 y posteriormente se reconstruyó por la destrucción de un terremoto. Delante del pórtico, hacia el centro de la ciudad, surgía la iglesia de San Carlo, de 1700, actualmente desconsagrada. En los últimos dos siglos ha sufrido notables reajustes. El porticado conduce al antiguo Santuario, dedicado a la veneradísima imagen de Santa Maria en Aula Regia.